domingo, 26 de julio de 2015

Fotos de mi puta (2): Adolescente dormida y desnuda

2015
Imaginarme de nuevo a Marisa masturbándose ha hecho despertar viejas sensaciones en mi cuerpo. Se me ha acelerado la respiración y la boca se me ha secado. Parece una tontería, habida cuenta de todo lo que hicimos después de aquello, pero aún ahora, al recordar esa noche, mi cuerpo responde como si fuera aún aquel entonces.
Suspiro y dejo de nuevo la primera foto de Marisa en la mesa, junto a las demás. Sin embargo, no es como las demás. Esa primera foto, para mí, es tan especial entre las otras como la propia Marisa lo es entre las demás mujeres que he conocido a lo largo de la vida. Ninguna puede siquiera acercarse a lo que ha significado mi alumna durante los años que la tuve a mi lado.
Me preparo otro vaso de Chivas y me enciendo un cigarrillo. El fulgor de la llama del mechero lo tinta todo de un tono naranja, sobreponiéndose a la cetrina luz de la lámpara que ilumina mi escritorio. El pequeño fuego saca extraños matices de la piel de Marisa en las fotos, como invitándome a recordar lo que pasó al día siguiente. El día de la mayor explosión que jamás conociera aquel pueblo perdido. El día que por fin cedí a las manipulaciones de mi particular Lolita e hicimos el amor por primera vez.
Allí fuera deja de llover lentamente y mis recuerdos resurgen en mitad de la madrugada.